Cuenta una antigua leyenda que, en el cielo, vivía una familia de dioses y que, cuando alguno de ellos peleaba con otro familiar, las nubes se tornaban de color gris; y, si el dios o la diosa se ponían a llorar, empezaba a llover. En algunos casos, si el dios tenía frío, sus lágrimas se congelaban y se convertían en copos de nieve.
La primera vez que llovió fue porque Alma y Serena, las dos hijas menores, discutieron por una razón que todavía nadie conoce. El caso es que, en esa misma pelea, Alma le plantó una bofetada a Serena, haciendo que Serena se fuera a su cuarto a llorar.
Otro acontecimiento similar fue cuando Ozone y Jaminis lloraron por la pérdida de sus padres, que habían sido asesinados por su propio abuelo, haciendo que a estos dos se les helara el corazón de furia, permitiendo que en la tierra nevara.
Por esta razón, cuando llueve o nieva, se dice que el cielo está llorando...